Es el agave domÉstico por excelencia, puede ser cultivado en prácticamente cualquier zona de Oaxaca. La maduración mínima es de 9 años y su sabor repela los sabores de todo lo cultivado cerca del casco de la hacienda. ¡Un sabor único!
Es el agave domÉstico por excelencia, puede ser cultivado en prácticamente cualquier zona de Oaxaca. La maduración mínima es de 9 años y su sabor repela los sabores de todo lo cultivado cerca del casco de la hacienda. ¡Un sabor único!
Su forma es muy diferente en otros agaves ya que parece una palmera. En Quierememucho este silvestre se ha llevado la mayoría de los premios de la casa.
El agave silvestre por tradición. Esta pequeña y persistene planta crece bajo los robles en pendientes de grán altitud y necesita cerca de 15 años para su maduración, el sabor del Tobalá "Quierememucho" es inconfundible.
Es el Maguey Tepextate, el más longevo de nuestros agaves tiene una maduración mínima de 23 años y crece en las tierras de nuestra hacienda. Su producción es limitada a 1,500 botellas al año.
Eduardo Muñozcano Skydmore es el dueño fundador de “Quiéreme Mucho” mezcal, un heredero de ésta historia en donde su alquimia conjuga tierra, agave y fuego.
Nos enorgullece ser la única marca de mezcal en tener los 5 eslabones de la cadena productiva del mezcal: 1. Viverista, 2. Productor de maguey, 3. Productor de mezcal, 4. Envasador y 5. Comercializador.
Esta bebida de origen oaxaqueño, proviene de la tierra donde el mezcal ha sentado sus raíces y es producto del trabajo de artesanos que transforman el agave en una bebida con un sabor especial, hecha con cariño y dedicación.
Ubicada en el municipio de San Pedro Taviche en el distrito de Ocotlán justo en el corazón de la zona magueyera y mezcalera de los valles centrales de Oaxaca.
Tiene más de 135 hectáreas y los propietarios son: los herederos de la familia Skiedmore, con una historia de producción mezcalera por parte de María Saturnina Jiménez García y Charles H. Skiedmore.
En la producción de nuestro mezcal intervienen más de 40 personas, de las cuales 23 son nativas artesanas que plasman su talento en cada una de nuestras botellas, donde expresan libremente el ARTE ZAPOTECO para dar vida a los tradicionales alebrijes a través de la pintura.
La presentación de nuestras botellas es única, ya que cada una es pintada a mano y ninguna es igual a otra. La producción es totalmente artesanal y su molienda se realiza a mano.